Guardianas del Trifinio: mujeres que siembran agua, territorio y comunidad
Guardianas del Trifinio: Mujeres que siembran agua, territorio y comunidad

En la región del Trifinio, donde confluyen las fronteras de El Salvador, Guatemala y Honduras, el agua no es solo un recurso: es la base de la vida cotidiana, del sustento agrícola, del arraigo comunitario y de la identidad cultural. Allí, las mujeres desempeñan un papel clave, aunque pocas veces reconocido, en su protección y gestión sostenible.
En zonas rurales marcadas por múltiples desafíos —desigualdad, exclusión, cambio climático, migración y deterioro ambiental— son ellas quienes tejen redes de cooperación, movilizan saberes tradicionales y lideran acciones concretas para garantizar que el agua siga fluyendo, para todas y todos.
Liderazgos cotidianos que sostienen el desarrollo
Las mujeres del Trifinio no esperan a ser llamadas: se organizan. Con creatividad y perseverancia, promueven prácticas como la recolección de agua de lluvia, la protección de nacientes, la limpieza de fuentes y la reforestación de microcuencas. Participan en juntas comunitarias, coordinan esfuerzos transfronterizos y luchan por un lugar en los espacios de toma de decisiones.
“Uno de los retos más grandes que tiene la comunidad es el del agua”, dice Joselin, tesorera de una Junta de Agua en Honduras.
Sin embargo, todavía enfrentan barreras estructurales que limitan su participación efectiva: falta de acceso al crédito, escasa asistencia técnica especializada, subrepresentación institucional y roles de cuidado no remunerados que recaen casi exclusivamente sobre ellas.
“Es importante trabajar y luchar por la comunidad”, dice Modesta, líder comunitaria de Guatemala mientras carga una jícara con agua para su familia.
En muchas comunidades cafetaleras, el trabajo femenino abarca desde la siembra hasta el procesamiento artesanal. Y a pesar de ello, sus voces rara vez se incluyen en las políticas de desarrollo rural o de adaptación al cambio climático. Mujeres Aguas Arriba busca revertir esta tendencia, no solo visibilizando sus contribuciones, sino también reconociendo sus derechos y fortaleciendo su liderazgo.
“El café es una parte esencial para que crezca más agua. Entre más árboles hay, más café hay. Entonces hace que los ríos no se sequen. Si no hubiese árboles, el agua ya se hubiese acabado aquí”, explica Elisa, productora de café en El Salvador.
Un enfoque territorial que mira al futuro
Proteger el agua es también defender formas de vida, culturas vivas y memorias compartidas. En el Trifinio, las mujeres entienden el territorio no desde una lógica fragmentada, sino como un todo interconectado: tierra, agua, comunidad y futuro.
Por ello, desde la Cooperación Española seguimos apostando por enfoques territoriales que integren el conocimiento local, promuevan la gobernanza comunitaria y fortalezcan las capacidades institucionales en diálogo con las personas que habitan y transforman estos espacios.
Hoy más que nunca, frente a la crisis climática y la urgencia de un desarrollo verdaderamente inclusivo, estas mujeres nos muestran un camino: uno que nace en lo cotidiano y se proyecta hacia el bienestar colectivo.
Cooperación en clave de género y sostenibilidad
La iniciativa Mujeres Aguas Arriba, impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), pone el foco en estas historias de liderazgo transformador. Para este caso en particular se enfocó en el Trifinio con apoyo de la Secretaría General de la OEA y la Comisión Trinacional del Plan Trifinio. En esta zona, el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento llevó a cabo una cooperación técnica a través del Programa LAIF regional, financiado con fondos de la Unión Europea
En esta región montañosa y fronteriza de Mesoamérica, las mujeres están organizadas para defender las fuentes de agua, mejorar la salud de sus comunidades y aumentar la resiliencia local frente a fenómenos extremos.
Desde el BID y la Cooperación Española, este esfuerzo se articula con las prioridades del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), que en la última década ha acompañado numerosos proyectos orientados a ampliar el acceso a servicios básicos en zonas rurales y periurbanas, con un énfasis claro en la equidad de género y la sostenibilidad.
Descubre el nuevo episodio de Mujeres Aguas Arriba, una serie que documenta las voces, rostros e iniciativas de mujeres líderes en la gestión comunitaria del agua en América Latina y el Caribe.
Esta serie cuenta con el apoyo del BID, que junto a la AECID, tienen el objetivo común de proveer servicios de calidad en agua y saneamiento en zonas rurales de la región.
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Equipo de Mujeres Aguas Arriba:
Coordinación: Anamaría Núñez, María Augusta Olmedo, Leticia Ortega y Magdalena Méndez
Especialistas de género BID: Naiara Martínez
Contenido: Andrea Ortega Carreño y Paul Constance
Ilustración: Natalia Lyskina y Carolina Curbelo
Producción audiovisual: Adriana Loeff
Guardianas del Trifinio: Mujeres que siembran agua, territorio y comunidad

En la región del Trifinio, donde confluyen las fronteras de El Salvador, Guatemala y Honduras, el agua no es solo un recurso: es la base de la vida cotidiana, del sustento agrícola, del arraigo comunitario y de la identidad cultural. Allí, las mujeres desempeñan un papel clave, aunque pocas veces reconocido, en su protección y gestión sostenible.
En zonas rurales marcadas por múltiples desafíos —desigualdad, exclusión, cambio climático, migración y deterioro ambiental— son ellas quienes tejen redes de cooperación, movilizan saberes tradicionales y lideran acciones concretas para garantizar que el agua siga fluyendo, para todas y todos.
Liderazgos cotidianos que sostienen el desarrollo
Las mujeres del Trifinio no esperan a ser llamadas: se organizan. Con creatividad y perseverancia, promueven prácticas como la recolección de agua de lluvia, la protección de nacientes, la limpieza de fuentes y la reforestación de microcuencas. Participan en juntas comunitarias, coordinan esfuerzos transfronterizos y luchan por un lugar en los espacios de toma de decisiones.
“Uno de los retos más grandes que tiene la comunidad es el del agua”, dice Joselin, tesorera de una Junta de Agua en Honduras.
Sin embargo, todavía enfrentan barreras estructurales que limitan su participación efectiva: falta de acceso al crédito, escasa asistencia técnica especializada, subrepresentación institucional y roles de cuidado no remunerados que recaen casi exclusivamente sobre ellas.
“Es importante trabajar y luchar por la comunidad”, dice Modesta, líder comunitaria de Guatemala mientras carga una jícara con agua para su familia.
En muchas comunidades cafetaleras, el trabajo femenino abarca desde la siembra hasta el procesamiento artesanal. Y a pesar de ello, sus voces rara vez se incluyen en las políticas de desarrollo rural o de adaptación al cambio climático. Mujeres Aguas Arriba busca revertir esta tendencia, no solo visibilizando sus contribuciones, sino también reconociendo sus derechos y fortaleciendo su liderazgo.
“El café es una parte esencial para que crezca más agua. Entre más árboles hay, más café hay. Entonces hace que los ríos no se sequen. Si no hubiese árboles, el agua ya se hubiese acabado aquí”, explica Elisa, productora de café en El Salvador.
Un enfoque territorial que mira al futuro
Proteger el agua es también defender formas de vida, culturas vivas y memorias compartidas. En el Trifinio, las mujeres entienden el territorio no desde una lógica fragmentada, sino como un todo interconectado: tierra, agua, comunidad y futuro.
Por ello, desde la Cooperación Española seguimos apostando por enfoques territoriales que integren el conocimiento local, promuevan la gobernanza comunitaria y fortalezcan las capacidades institucionales en diálogo con las personas que habitan y transforman estos espacios.
Hoy más que nunca, frente a la crisis climática y la urgencia de un desarrollo verdaderamente inclusivo, estas mujeres nos muestran un camino: uno que nace en lo cotidiano y se proyecta hacia el bienestar colectivo.
Cooperación en clave de género y sostenibilidad
La iniciativa Mujeres Aguas Arriba, impulsada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), pone el foco en estas historias de liderazgo transformador. Para este caso en particular se enfocó en el Trifinio con apoyo de la Secretaría General de la OEA y la Comisión Trinacional del Plan Trifinio. En esta zona, el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento llevó a cabo una cooperación técnica a través del Programa LAIF regional, financiado con fondos de la Unión Europea
En esta región montañosa y fronteriza de Mesoamérica, las mujeres están organizadas para defender las fuentes de agua, mejorar la salud de sus comunidades y aumentar la resiliencia local frente a fenómenos extremos.
Desde el BID y la Cooperación Española, este esfuerzo se articula con las prioridades del Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS), que en la última década ha acompañado numerosos proyectos orientados a ampliar el acceso a servicios básicos en zonas rurales y periurbanas, con un énfasis claro en la equidad de género y la sostenibilidad.
Descubre el nuevo episodio de Mujeres Aguas Arriba, una serie que documenta las voces, rostros e iniciativas de mujeres líderes en la gestión comunitaria del agua en América Latina y el Caribe.
Esta serie cuenta con el apoyo del BID, que junto a la AECID, tienen el objetivo común de proveer servicios de calidad en agua y saneamiento en zonas rurales de la región.
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Equipo de Mujeres Aguas Arriba:
Coordinación: Anamaría Núñez, María Augusta Olmedo, Leticia Ortega y Magdalena Méndez
Especialistas de género BID: Naiara Martínez
Contenido: Andrea Ortega Carreño y Paul Constance
Ilustración: Natalia Lyskina y Carolina Curbelo
Producción audiovisual: Adriana Loeff